"COSAS QUE PASAN. RUFIANES SOBRE EL ASFALTO"




Quan vaig llegir aquesta vella informació a la pàgina 14 de l’edició de La Vanguardia Española del 15 desembre 1951, em va venir a la ment El piropo, la fotografia del gran Xavier Miserachs. La imatge és de 1962, una dècada més tard del que explicava La Vanguardia. Potser la floreta que li diuen a la noia de la foto podia ser d'un dia de santa Llúcia.

“COSAS QUE PASAN. RUFIANES SOBRE EL ASFALTO"

"Barcelona es una ciudad cristiana y española y sus fiestas tienen un aire alegre y tradicional que se compagina muy bien con la sólida piedad y las buenas costumbres, ninguna de las cuales, repetimos, está reñida con la expansión honesta y cortés. Pero desde hace unos años, con agravación constante que ha llegado a un límite sencillamente intolerable, la festividad barcelonesa de Santa Lucía viene siendo desnaturalizada. Aprovechando que se trata de la festividad de las modistillas, que se lanzan en bandadas a la calle a divertirse lo suyo — de un modo algo afrancesado, reconozcámoslo— , salen a la superficie urbana bandadas nutridas de jovenzuelos, que- bajo el denominativo genérico y no siempre adecuado de «estudiantes» se dedican a perseguir, zaherir y atropellar en términos procaces a las jovencitas, anden sueltas o en compañía, sean modistas o no lo; sean y provoquen o no provoquen —que por lo general no los provocan — algazara y chicoleos.

"La «fiestecita», que va siendo un bochorno para la ciudad, un semillero de gestos y actitudes inciviles, un espectáculo que, recuerda las bacanales de la Roma pagana o la entrada, de las hordas bárbaras en una ciudad rabiosamente conquistada con espíritu de saqueo, se prepara con una o dos jornadas de antelación mediante tumultos y jaleos en los centros escolares, bajo la especie de que sean adelantadas las vacaciones escolares. ¡Qué más quieren los falsos estudiantes, los que solo ansían campar por sus respetos y, en suma, alterar el orden y hacerse, sin peligro, los amos de la calle!

"Pues no; la autoridad debe prevenir la no repetición del espectáculo nefando; y si se produce, debe cortarlo de raíz donde se produzca con indomable energía, con implacable mano dura. Que los cafres sean puestos a disposición de la autoridad correspondiente donde quiera que cometan el desmán y en el acto mismo de transgredir las normas más elementales de la civilidad y la convivencia, ya que ni siquiera son sensibles a la cortesía, a la galantería y, sobre todo y ante todo, al respeto que merecen las mujeres. Contra las mujeres no se puede atentar ni de palabra: mucho menos de obra, acosándolas tumultuosamente como si se tratara de piezas de caza- ¿No tienen esos incalificables sujetos madre, hermana o novia de quien acordarse en el momento en que proceden de forma tan baja y rufianesca”

1 comentari:

Anònim ha dit...

quien fuera modistilla en el 51!!