SANTIAGO SALVADOR I LES BOMBES DEL LICEU


Santiago Salvador Franch tenia 28 anys quan va llençar les dues bombes al Liceu.
Havia nascut el 1865 a Castelserás, un poble de Terol. Es va dir que era fill d’una família de petits propietaris agrícoles. Havia estat varies vegades a Barcelona treballant de cambrer, taverner i jornaler. També es va dir que s’havia dedicat al contraban de vi, alcohol i sal i que mentre era a València va ser detingut.
A Barcelona la seva vida canvià, es va casar i, també, va entrar en contacte amb els grups anarquistes. Sembla que és al carrer Sant Oleguer i a una cafeteria, bar o cerveseria del carrer Diputació on entra en contacte amb grups llibertaris. Segons transcrivia La Vanguardia, en el judici, Salvador (S) admet a preguntes del fiscal (F):
<<F. —Antes del 7 de noviembre del año pasado hacía mucho tiempo que usted estaba afiliado á la secta anarquista?
S. —Yo no estaba afiliado á ninguna secta, era tan sólo aficionado á la anarquía desde unos 3 años.
F. —Cómo le entró esa afición?
S. —Leyendo El Productor, otros periódicos y libros filosóficos; y concurriendo á meetings y á centros determinados, como el de la calle de San Olegario, en los cuales se propagaba la idea anárquica.
A la transcripció del judici apareguda a LaVanguardia parla de les motivacions que el porten a preparar l’atemptat, l’adquisició de les bombes i que va passar el dia que les va llançar a la platea del Liceu:
F. —Al tener noticia de la explosión de la bomba en la Gran Vía, ¿qué pensó?
S. —No pensé nada, sino que estaba bien hecho.
F. —Se le ocurrió cometer el crimen del Liceo?
S. —No, señor; porque yo no estaba dispuesto á realizar algún hecho determinado, sino á amoldar mi conducta á las circunstancias; sólo sentía el deseo de luchar contra la burguesía y contra los males que afligen á los obreros.
F. —Pues V. ha hecho y ha firmado algunas indicaciones por las que le pregunto.
S. —He firmado todo cuanto me han presentado, sin fijarme siquiera en ello.
Declara que de Valencia vino á esta ciudad, y pensó adquirir bombas para poner en prácticasus doctrinas, que, conociendo como anarquista de acción á su paisano Mariano Cerezuela, pidióle dos bombas cargadas, y éste se las entregó, dándole además, una caja de pistones.
F. — Donde guardó las bombas?
S. — En el baúl, entre 1a ropa.
F. —Dijo a alguien que usted las tenía?
S. —Únicamenteá mi esposa; con el objeto de evitar que se lastimase.
(…)
F. —Cuando arrojó las bombas?
S. —El día 7 de Noviembre del año pasado, dije á mi mujer que sacaba las bombas, porque en casa constituían un peligro; me las metí dentro de la faja; y me fui directamente al Liceo.
F. — Usted sabía que aquella noche se inauguraba la temporada?
S. — Si señor.
F. —Sabía que concurriría al Teatro todo lo más significado y distinguido de la sociedad barcelonesa?
S. —Precisamente por eso.
F. — ¿Tomó asiento en el 5.° piso, y estuvo rodeado de espectadores?
S. —Un rato tuve á mi lado al inspector Olalde, y siempre á varias personas desconocidas.
F. — ¿Dejó transcurrir el primer acto de la ópera que se estaba cantando, con el objeto deque se llenase el teatro, y durante el 2º acto arrojó las bombas?
S. —Sí, señor.
Añadió que las tiró sin hacer ningún esfuerzo; que ignoraba si ambas habían estallado; que de momento se quedó, saliendo luego como todo el mundo; que llevaba una pistola en la mano debajo de la blusa para defenderse, y un frasco de veneno, que le había entregado Cerezuela, para suicidarse si caía en poder de la autoridad.>>
Seguim llegint el que, de la seva fugida, deia Santiago Salvador al judici:
<<F. —¿A qué hora llegó usted á su casa?
S. —Sobre las once de la noche.
F. — ¿Contólo ocurrido á su mujer?
S. — Se lo dije á mi mujer, y se puso á llorar.
(…)
F. —V. se fue á casa de Jaime Prats?
S.— No señor; el día siguiente encontré por casualidad á Prats, y le pregunté si sabía algún sitio en donde yo pudiese dormir; me proporcionó un cuarto en casa deSogas; dormí en ella no con el propósito de ocultarme; luego me cansé, y me fui a San Feliu de Llobregat en donde vivía un matrimonio amigo, y de mi pueblo; al cabo de 3 ó 4 días, supe que la guardia civil practicaba registros; volví á mi casa; de aquí marché á Barbastro en donde pasé un día; después al bajo Aragón, a Castelserás, mi pueblo; visité enseguida á mi íntimo amigo Antonio Alfaro; estuve un día en su casa; y por último me trasladé á Zaragoza huyendo de la persecución que se me hacía.
(…)
F. —Se refugió en la habitación que su primo Julio Sancho ocupaba en Zaragoza?
S. —Sí señor.
F. —Cuando la policía vino á llamar al piso, su primo se resistió á abrir?
S. —Vaciló por razón de la hora.
F. —Cómo se verificó la aprehensión?
S. —Salí al encuentro de la policía, disparé un tiro que no salió, y el otro me lo quedé.>>
Quan en el judici intervenen l’advocat de la defensa (D) i el president (P) continua explicant les seves motivacions i dona més informació sobre els instants en els quals va cometre l’atemptat:
<<Reconoce la bomba y el frasco que hay sobre la mesa del secretario.
Defensa.— ¿Qué móviles impulsaron á usted á la comisión del delito?
S. —Mi deseo era y es destruir la sociedad burguesa, á la cual el anarquismo tiene declarada guerra abierta; y me propuse, atacar la organización actual de la sociedad para implantar el comunismo anárquico.
(…)
D. —¿Cuando usted arrojó la bomba se hallaba en circunstancias que favorecían su huida?
S. —No; me hallaba rodeado de mucha gente.
Pre.—Al arrojar las bombas usted se hallaba de pié en un pasillo del 5° piso del teatro?
S. —Sí, señor.
Defensa de Prats.-Vd conoce a  José Prats?
S. —Le había visto algunas veces en el Círculo de la calle de San Olegario; le conozco, pero sé que se llama Prats porque me lo han dicho por el camino.
Def.— ¿Usted propuso á Prats que le ocultase en su casa?
S. —No, señor; le encontré por casualidad, y como me sentía malo le supliqué que me procurase un cuarto para dormir, y me acompañó á casa de Sogas.
Def.— ¿Usted explicó el hecho á Sogas ó á Prats?
S. —A ninguno. .
Def.—Y á Alfaro?
S. —Tampoco.
D. —Usted se propuso matar á alguna persona determinada?
S. —No, señor; quise atacar á la burguesía en general; me era indiferente matar á unos o á otros; y mi deseo consistía en sembrar el terror y el espanto.>>

Es curiosa la fugida de Santiago Salvador un cop comès l’atemptat: marxa a casa i confesa a la seva esposa el que ha fet, més tard, intranquil i llegint els diaris, decideix marxar a Sant Feliu de Guíxols i, al cap de poc, retorna a Barcelona, per marxar de nou, ara a l’Aragó. El seu itinerari és Barbastro, Alcanyís, Castelserás i finalment Saragossa on és detingut l’1 de gener. En el moment de la seva detenció es dispara un tret “en la región lumbar lateral derecha” provocant-li una ferida de 12 cm.
A Saragossa estarà pràcticament un mes a la sala de presoners de l’Hospital fins que serà portat a Barcelona en tren acompanyat d’un inspector de policia, un tinent i tres guàrdies civils. Ingressarà a la presó d’Amàlia, a l’infermeria on està lligat amb “una cadena que pende de una fina argolla empotrada en el techo de la habitación”.
En aquell moment el sumari està quasi llest. Son 4176 planes, totes juntes fan 58 centímetres d’alçada .Hi ha 27 persones detingudes en relació als fets del Liceu. Finalment, quan comenci el judici el número quedarà molt reduït: dues persones han mort a la presó, sis han estat declarats culpables i ajusticiats per l’atemptat de la Gran Via i quatre més han estat condemnats a cadena perpètua pels mateixos fets, deu no són jutjats i dos més es troben en rebel·lia. El judici 4.441 es farà amb tres persones assegudes  a la banqueta dels acusats:  Santiago Salvador com a autor dels fets, José Prats Trilla, que li dona alberg a Barcelona i l’ajuda a la fugida, i Antonio Alfaro Inés, amic de Castelseràs que l’acull a aquesta població. El fiscal demana pena de mort de Santiago Salvador per 20 assassinats consumats, 27 de frustrats i estralls; el defensor 18 anys, 8 mesos i un dia per estralls. Se li apliquen els agravants d’alevosia i premeditació. El judici serà amb jurat: es convoca a 42 persones, es presenten 31 i són escollits 12 i dos suplents. Per guiar el procés hi ha tres magistrats.
Santiago Salvador va ser condemnat a mort. Es va demanar l’indult. Mentre això passava Salvador va experimentar una transformació i es convertí en una persona piadosa. Quan li va ser denegat tornà a renegar de la religió. Les dues persones que l’acompanyen seran declarades innocents.
El 1894 se li notificarà la sentència i entrarà en capella. El botxí Nicomedes Méndez posarà fi a la vida del terrorista. Una gran munió de gent assiteix a l'espectacle. Com és costum l’atendran la Confraria de la Santíssima Sang i la dels Desamparats. El seu cos restarà tot el dia al Pati del Corders de la presó d’Amàlia on avui hi ha la plaça Folch i Torres.